Rags (harapos en castellano), era un terrier mestizo que se convirtió en la mascota de la Primera División de Infantería de los EE.UU durante la Primera guerra mundial. Pero también estuvo en el frente realizando misiones de mensajero.
El pequeño y valiente perro fue encontrado en las calles de Paris por el soldado James Donovan, quien le puso el nombre de Rags, ya que al principio, lo confundió con un montón de trapos tirados en la calle.
Para evitar un arresto y poder entrarlo al cuartel donde Donovan estaba asignado, les contó a la Policía Militar que el perro era la mascota de la 1 ª División de Infantería y que formaba parte de un grupo de búsqueda. Y la historia inventada dio como resultado que ambos fueran enviados juntos al frente.
La misión de James Donovan en el frente de batalla era llevar las comunicaciones entre el avance de la infantería y el apoyo de artillería de campaña. Cuando el sistema de comunicaciones resultó dañado por el fuego enemigo, tuvieron que utilizar a soldados para llevar los mensajes, pero la mayoría de ellos acababan muertos, heridos, o no podían conseguir atravesar el alambre de púas. Donovan adiestró a Rags para llevar los mensajes escritos adjuntos a su collar, y demostró una agilidad, rapidez y valentía que sorprendió a toda la tropa.
En julio de 1918, Donovan, Rags y una unidad de infantería de cuarenta y dos hombres fueron separados y rodeados por los alemanes. Rags consiguió llevar un mensaje que dio lugar a un ataque de la artillería que rescató al grupo. La noticia de tal hazaña se extendió por toda la 1ª División y fue el inicio de su reconocida fama.
Pero además de su trabajo como mensajero con el que logró salvar muchas vidas, Rags tenía una variedad de habilidades que asombraban a todos. El valiente perro aprendió a imitar a los demás soldados cuando se echaban cuerpo a tierra al oír el zumbido del fuego de artillería, y se estiraba en el suelo cuando caían las bombas. Los hombres se dieron cuenta que gracias al sensible y agudo oído del perro, éste se echaba al suelo mucho antes que nadie pudiera oír la llegada de un nuevo proyectil. Los soldados de infantería aprendieron a estar pendientes en todo momento de su comportamiento en los avances que hacían y Rags se convirtió en un sistema de alerta muy seguro contra el fuego enemigo.
Donovan también enseñó a Rags un tipo de saludo con la pata que usaría durante toda su vida militar: en lugar de extender la pata para estrechar la mano como normalmente se enseña a todos los perros, Rags levantaba la pata un poco más alto y cerca de la cabeza, simulando un saludo militar. Una agilidad que aumentó aún más su fama.
El 9 de octubre de 1918, Rags y Donovan fueron víctimas de la artillería alemana y resultaron mal heridos. Rags tenían una pata delantera, la oreja y el ojo derecho dañados por esquirlas de bomba, y también fue víctima del gas. Donovan fue herido de más gravedad y también gaseado. Los dos se mantuvieron juntos y fueron llevados de nuevo a un puesto de socorro y después a varios hospitales diferentes. Cada vez que se mencionaba el tratamiento inusual que se le estaba dando a “un simple perro”, la frase “órdenes del cuartel general” silenciaban las críticas.
Rags sanó pronto pero su dueño empeoró considerablemente. Ambos fueron devueltos a los Estados Unidos. Donovan fue trasladado al Hospital Base de Fort Sheridan que se especializaba en casos de heridas por gases, y Rags se quedó viviendo allí, con los demás soldados. Se le dio un collar con una chapa que lo identificaba como Primera División Rags.
A principios de 1919, James Donovan murió al no superar sus terribles heridas y Rags siguió conviviendo como un soldado más en la base. Ya en 1920, el comandante Raymond W. Hardenbergh y su familia llegaron a Fort Sheridan e hicieron muy buenas migas con el valiente perro. El comandante dispuso todo lo necesario para tener la tutela de Rags y se quedó con él hasta el fin de sus días. Rags murió el 22 de marzo de 1936, en Washington DC, ya con 20 años de edad.
El perro héroe fue enterrado con honores militares y un monumento fue erigido en el parque memorial y animal Aspen Hill santuario en Silver Spring, Maryland, cerca del hogar de Hardenbergh.
interesante!!!!!!!
+2
muy interesante, este perro tenia mas habilidades que su chingada madre del @yomero en la cama, ella se siente muy perra y ahora pa presumir quiere que le llamen «fifi «
no te da vergüenza que hasta un perro tenga mas gracia que tu? ni las nalgas puedes limpiarte pinche ruco cagado
Jajaja pinche ruco cagado.