Encontramos coches por todas partes, muchos, algunos, son clásicos otros, con el tiempo, lo llegan a ser. Basta con abandonar a su suerte una serie de automóviles en un túnel del siglo XIX medio derruido, y olvidado por el común de los mortales, volver unos años más tarde y descubrir un tesoro. O no ser consciente de ello y considerarlo la trastienda de tu taller donde arrojar chatarra innecesaria o guardar los vehículos olvidados por sus propietarios.
En esta ocasión nos acercamos a un túnel inaugurado en 1893, formaba parte de una línea ferroviaria elevada que recorría los muelles del puerto de Liverpool, eran los tiempos de la Revolución Industrial, y fue definitivamente desmantelada en 1956 dejando el túnel, de casi 800 metros de longitud, como único testigo de antiguas grandezas. Durante muchos años uno de los extremos del túnel ha sido ocupado por un taller mecánico, y es por donde se facilita el acceso al mismo.
El número de coches varados en este lóbrego espacio supera la veintena y, según comentan los propietarios del taller, parece que muchos de ellos son robados, o al menos de origen más que dudoso. El túnel sufrió un derrumbe parcial en 2012, que no llegó a afectar a los coches (bastante tienen ya los pobres…).
Un lugar más, curioso y cargado de historia, que alberga otra pequeña parte de la historia del motor, siendo muchos de los “durmientes”, vehículos muy interesantes (como el Lotus Elite que aparece en la imagen de portada) que, desgraciadamente, están abandonados a su suerte o al nefasto efecto de la corrosión y el abandono.
La historia entristece y al mismo tiempo abre una pequeña ventana a la esperanza, por la toma de consciencia que supone el simple hecho de haber hecho públicas las fotografías y el comentario del “redescubrimiento” de tanto clasico, tengamos fe en su rescate antes de que su estado los deje totalmente inservibles.
Tomado de Aquí
Unas joyas y valen un buen varo, el lotus es un desperdicio y la furgoneta citroën una joya