Dibujos hiperrealistas que difícilmente creerás que no son fotografías. TNCMX!!!
Patrick Kramer nació en Kaysville, Utah, el hijo más joven de inmigrantes alemanes. Perfeccionista por naturaleza, el arte fue una salida para su personalidad obsesiva, permitiéndole centrarse en hacer las cosas «a la perfección». Tomó clases durante la secundaria, animado por sus profesores, y eventualmente decidió estudiar arte en la Brigham Young University. Allí continuó centrado en el realismo, mejorando sus habilidades técnicas y artesanales.
Al volverse más y más detallado, su obra comenzó a rivalizar con la fotografía. Ésto le llevó a plantearse cuestiones que aún le preocupan: ¿Cuál es la propuesta de la pintura figurativa en la era de la fotografía? ¿Por qué pintar lo que es tan fácil de capturar con una cámara?
«He llegado a comprender que la apelación a la pintura figurativa, desde el advenimiento de la fotografía, es debido en gran parte al proceso pictórico. Aunque la imagen en sí misma puede parecer una fotografía ordinaria, se puede sentir una intensidad psicológica en el trabajo manual, ya que tras la creación de la imagen subyacen el método lento y laborioso del artista, una intensa concentración y una miríada de decisiones artísticas. En mi obra, aspiro a que el espectador sienta la tensión entre la fotografía y lo manual: lo instantáneo y lo prolongado, lo omnipresente y lo único, lo imparcial y lo personal.» P.K.
Aunque ocasionalmente se aventure en el reino de la pincelada libre, generalmente ofrece una calidad firme y controlada en sus trabajos, ya sea que represente una biblioteca pública del centro de Salt Lake City, una flor contra una pared descascarada o un paisaje de rocas rojas. Kramer puede pasar hasta seis o siete semanas trabajando a diario en una única pintura. Espera que los cientos de horas de dedicación que prodiga en una pieza llegue a sus espectadores.