Steven Spazuk es un artista franco-canadiense que dibuja con fuego. Desde 2001 ha desarrollado y perfeccionado su técnica que consiste en utilizar una llama como si fuera un lápiz para crear cuadros con los rastros de hollín que deja la misma.
Cuando el hombre descubrió el fuego, supo que sus necesidades de alimentación y de algo que lo abasteciera de calor estaban cubiertas, el fuego se había convertido en el gran descubrimiento que revolucionaría la vida del ser humano para subsistir en el mundo. Muchos años después, Steven Spazuk encontró en este elemento la manera de hacer un arte que alimentara, más que al cuerpo, el alma.
Spazuk comenzó su camino en el arte con el dibujo, la acuarela y posteriormente trabajando con pintura acrílica. Su técnica actual nació con la idea de exponer un lienzo al fuego guiando la huella del hollín para dibujar con él; esto porque años atrás había utilizado el aerógrafo en algunos bocetos en los que el resultado de pendientes suaves creadas por la fina pintura pulverizada sobre la hoja, le gustó tanto que decidió experimentar con otros materiales.
Una característica del trabajo de Spazuk, es que no realiza bocetos antes de comenzar a dibujar; es un proceso espontáneo, es una práctica creativa que surge al momento y que dota a sus cuadros de una fluidez de imágenes, de luces y sombras que convierten un lienzo en una verdadera obra de arte.
Para crear su obra se concentra en el acto para captar la inmediatez del momento en el lienzo, siempre impulsado por la búsqueda de una forma perfecta que se va materializando a través del hollín. El trabajo de Spazuk también se caracteriza por crear murales fragmentados hechos de cientos de pequeñas obras que ensambladas forman un mosaico de cosas, eventos o personas. Es “una poderosa metáfora de la vida moderna y de la forma en que percibimos las cosas a través de nuestros sentidos y nuestras mentes”.
