El cerdo mangalica es un animal enigmático. Técnicamente es un cerdo, pero tiene una apariencia similar a la de un borrego ya que está cubierto por un pelo muy grueso y largo que parece lana en invierno pero que cambia en primavera por unas cerdas ensortijadas, claras y brillantes y algunos criadores dicen que son animales muy domésticos, como un perro.
La raza es autóctona de Hungría y tiene sus orígenes en los cruces de la primitiva raza, Sumadia (tronco al que también pertenece el cerdo ibérico) con las razas Szalontai y Bakonyi (típicas razas semi-salvajes de los Cárpatos). Dependiendo de su color se distinguen cuatro tipos de mangalica: el rojo, el negro (extinguido en la actualidad), el rubio (al que corresponden el 80%) y el golondrino. También se utilizan los nombres mangalitza o mangalitsa para referirse a esta raza.
De acuerdo con un criador “si los tratas bien, serán tan domésticos como un perro – te seguirán y jugaran contigo.” Con estos rasgos suena que el mangalica sería una mascota adorable (si tienes suficiente espacio para éste, claro).
Curiosamente, tras la caída del Imperio Austrohúngaro la raza comenzó a desaparecer lentamente, alcanzando su punto más bajo durante el comunismo Húngaro, cuando las políticas del gobierno combinadas con los cambios en loa hábitos alimenticios casi llevaron al cerdo mangalica a la extinción.
En 1989, tras la caída del Muro de Berlín, el genetista Peter Toth decidió comprar los últimos ejemplares y rescatarlos.
A partir de 1990 varios criadores húngaros decidieron sacar adelante la raza. Actualmente se producen unos 60000 cerdos de esta raza en Hungría. Se ha extendido su crianza a Alemania, Austria y Suiza.
Precisamente porque cada día era más difícil encontrar cerdos grasos para la fabricación de jamón curado, Jamones Segovia (empresa española y en la actualidad la única empresa del mundo que mantiene la cría y comercialización de las tres variedades) se interesó por esta raza y decidió investigar sobre ella. Así a partir de 1990 comenzó un programa para recuperarla, consiguiendo reunir 90 hembras reproductoras a través de anuncios en la prensa húngara.
En 2006 se exportaron varios ejemplares a Gran Bretaña y desde entonces están registrados en el BPA Mangalitza Herd Book. En 2007 se exportaron otros ejemplares a USA.
Sus productos están siendo considerados gourmet, sobre todo cuando son criados al aire libre y en pastizales salvajes, su carne tiene una textura muy jugosa, su grasa es de una cremosidad extrema y en general todo tiene un sabor muy intenso.