Bobby Causey elabora esculturas de cera de figuras del cine que son tan semejantes a los personajes reales, que si no fuera por esos pequeños detalles que nos remiten al área de la extrañeza, resultaría bastante difícil creer que no son reales.
Este profesional autodidacta, elabora cada pieza de forma meticulosa completamente a mano, incluso perfora cada hebra de cabello de forma individual, una a la vez.
Bobby, que ganó varios concursos de arte cuando era niño gracias a sus dibujos, dice que prefiere la escultura: entre sus escultores famosos se encuentran José Ismael Fernández y Miguel Ángel. También recuerda ese momento especial, cuando finalmente se dio cuenta de que la escultura era lo suyo.
“Fue con Lost Boys. Me encantó esa película y amé la banda sonora; cuando terminé de verla, aun podía escuchar la música del filme, y sentí algunos escalofríos. Creo que ahí encontré mi propósito especial, sólo podía pensar en esculpir algo.”
Algunas de las obras más notables de Bobby incluyen los bustos de Heath Ledger como El Guasón, Jack Nicholson y su inolvidable personaje de “El Resplandor”, y a Christopher Reeve como Superman. Todas sus obras resultan hiperrealistas, tan buenas como para hacer competencia al famoso museo Madame Tussaud en Hong Kong. Una de sus piezas más interesantes es la escultura de su propia hija como una Na’vi de Avatar. La pequeña adoraba esa película, y Causey creyó que sería una excelente combinación.
Antes de comenzar cada escultura, el artista estudia a fondo centenares de referencias visuales en fotografías de sus prospectos, observando cada detalle.
“Esencialmente, la única guía que tengo es la persona o mi percepción. Yo sé cómo se lucen y no sólo tengo que obtener una semejanza, sino también una figura viva, con sentimiento y pensamiento.”
Bobby jamás asistió a una clase de escultura ni leyó un libro sobre el tema, sus técnicas son muy poco ortodoxas.
“Sólo sé lo que debe ser hecho y lo voy haciendo”, dice el hombre, indiferente, como si fuera la cosa más sencilla del mundo. “Lo que puedo afirmarte con seguridad es que me gusta empezar con NSP (plastilina sin azufre), una foto de referencia y el deseo de esculpir a la persona”.
Como cualquier otro artista, Bobby no está satisfecho al 100% con su trabajo a la primera, y hace sus esculturas una y otra vez hasta que el resultado le parece el ideal.
Aunque trabaje principalmente para sí mismo, Bobby ha hecho algunas piezas para programas de televisión. También recibió algunas solicitudes de producciones cinematográficas, pero siente que no es el tipo de trabajo que quiere hacer. Su principal atención en el arte escultórico es crear personajes que ya están establecidos en el cine popular. Gusta de retratar una emoción que ya fue definida por aquello que la cámara grabó.
“Por ejemplo, si yo esculpiera a un hombre viejo con los ojos cerrados, lo volviera aterrador y le diera un nombre como por ejemplo ‘El Agente Funerario’, la emoción no sería tan fuerte como ver a Angus Scrimm como The Tall Man en la película Phantasm. Las emociones ya fueron establecidas por los actores y los productores”, dice. – “No me mal interpreten, eventualmente me gustaría hacer algunas piezas de arte originales, pero por ahora realmente disfruto de las películas y los actores que aparecen en ellas”.
Bobby ni siquiera expone sus obras en galerías, de hecho, dona sus trabajos a instituciones de caridad. En la mayoría de los casos, cuando finaliza una pieza, él de despide de su obra al día siguiente. Sin embargo, crea algunas piezas para sí mismo con el objetivo de completar un gran proyecto. Luego, en unos dos años, podría tener un total de 30 buenas piezas para mostrar. Su consejo para los aspirantes a artistas es simple:
“No tengan miedo de fallar algunas veces; Yo vivó haciendo eso. Es suficiente con volver a comenzar”.
