¿Alguna vez te has sentido un poco “desorientado” por así decirlo, sin haber estado en un bar?
Se trata del síndrome de auto fermentación, el sentirse borracho sin tomar alcohol.
Discurso del habla lento, pérdida del equilibrio, vómito son algunos de los síntomas de esta extraña condición –también conocida como síndrome de autocervecería o auto-brewery syndrome en inglés– que sufren algunas personas sin haber tomado ningún tipo de bebida alcohólica.
Esta condición implica una acumulación de levadura en los intestinos del paciente, al punto en que la ingestión de azúcar puede desencadenar una reacción que convierte la levadura en etanol, lo cual provoca un aumento en el contenido de alcohol en la sangre.
Seguro en este punto, no eres el único que ha pensado “qué divertido tenerlo, y no tener que gastar en alcohol para estar ebrio”. Pues no, el síndrome de auto fermentación tiene efectos negativos en la vida y a pesar de ello, es un trastorno serio y poco estudiado.
El paciente puede experimentar efectos secundarios como síndrome de fatiga crónica, eructos, mareos, boca seca, desorientación, terribles crudas y síndrome del intestino irritable.
Las dietas altas en carbohidratos pueden desencadenar el padecimiento de manera más aguda, con algunos tipos de levadura que son peores que otros, como la candida.
Este tipo de enzima se alimenta de azúcares, no solamente de levaduras.
Asimismo, se considera que las grandes cantidades de enzimas en el hígado también pueden causar este problema.
El síndrome puede hacer que el paciente se sienta ebrio por el simple hecho de comer alimentos ricos en carbohidratos, a veces de manera inmediata, o a veces un par de días después.
Las experiencias en los pacientes con este trastorno varían de una otra pero muchos refieren que cada vez que lo experimentan, sienten una terrible resaca posterior.
La condición es muy poco frecuente y se han registrado sólo 50 casos en los Estados Unidos a lo largo de una década, aunque otros casos más en Japón.
En la década de los años 70, investigadores japoneses fueron los primeros en examinar esta condición, pero no fue hasta hace una década que la enfermedad se identificó concretamente.
Ahora han surgido muchas historias sobre personas con el síndrome de auto fermentación, usualmente han sido acusadas de estar borrachas.
En 2016, una mujer neoyorkina escapó de los cargos por manejar en estado supuesto de ebriedad después de argumentar que padecía de este síndrome.
Un médico descubrió que tenía altos niveles de levadura en los intestinos, responsables de haber provocado que sus niveles de alcohol aumentaran.
En las pruebas con el alcoholímetro, su nivel de alcohol en la sangre era de 0.33 por ciento, cuatro veces más que el límite legal.
Otro caso es el de un hombre en Texas de 61 años que en 2010 acudió al hospital tras una borrachera inexplicable a lo largo de media década.
Su esposa era enfermera, quien afortunadamente fungió como testigo, quien anotó que su intoxicación comenzó en 2004 tras someterse a una cirugía en el pie y haber sido medicado con antibióticos.
Tras estudiar su caso periódicamente, descubrieron que la gran cantidad de antibióticos que le recetaron elevaron sus niveles de alcohol en la sangre al 0-12 por ciento. Las medicinas eliminaron las bacterias buenas de sus intestinos, dando pie a la creación de levadura y hongos intestinales.
¿Alguna recomendación para los pacientes que sufren del síndrome de auto fermentación?
Eliminar los carbohidratos, levaduras y azúcares de la dieta, además de tomar probióticos todos los días para mantener el equilibrio necesario de nuestra flora. Claro… los especialistas sabrán mejor qué hacer en caso de que te sientas inexplicablemente ebrio.